TU CUERPO ES DE TU EQUIPO


Hace unos días hice un pantallazo a una historia en Instagram de @laurabarroso.es. Cosas que hago cuando algo me hace clic pero no tengo tiempo de analizarlo. Para que no se me olvide. La frase, como habrás adivinado era “tu cuerpo es de tu equipo”. El otro día escuche la entrevista que le hizo Alfonso Fernández de @oncologiametabolica y ahí salió de nuevo la frase. Me encantó. Y me ha estado viniendo a la cabeza con frecuencia.  

Esta mañana me he despertado y como era sábado, la rutina es más relajada y me he quedado en la cama haciendo mis afirmaciones diarias. Cosas de la vida, hoy he cambiado el orden en que lo hago y he terminado con el tema salud. Y me he puesto a pensar en la frasecita en cuestión: 

  • - Obvio. Mi cuerpo es de mi equipo. Mi cuerpo quiere tener buenas digestiones. Mi cuerpo quiere poder asimilar bien los nutrientes. 

  • - De hecho, nuestro cuerpo es perfecto. Hace lo imposible por poder asimilar los nutrientes, aunque engullamos la comida y no mastiquemos. Hace lo imposible por segregar a tiempo todas las hormonas necesarias para las innumerables funciones que hace. Hace lo imposible para generar toda la energía que necesitamos de la mejor forma posible, para eliminar tóxicos, para ajustar nuestra temperatura... 

  • - ¡Joder! ¡Qué el equipo es mi cuerpo! Y mi mente es el jugador estrella, al que se le ha subido el éxito a la cabeza y ha decidido ir por libre. 

Me ha explotado la cabeza. ¡¡Mi mente es la que se tiene que volver a sumar al equipo!! 

Pues eso. Llevo una semana de revelaciones, y esta le ha puesto el colofón. 

Recuerda que eres tú el que debe sumarse al equipo. decides entre quedarte en el sofá, moverte, hacer ejercicio, salir a la calle, quedarte encerrado en casa, comer ultra procesados, alimentarte de verdad, ver series en una plataforma, mirar la pantalla del móvil, leer, exponerte al sol, exponerte al frío, exponerte al calor, estar siempre a la misma temperatura, meditar, hacer mindfulness, estudiar, las noticias que ves o lees, salir a la naturaleza, estar en la ciudad, los pensamientos que tienes, como actúas ante las diferentes situaciones de la vida, de quien te rodeas, si te priorizas, si aprendes a decir “no” cuando es necesario... puedo seguir hasta el infinito. Tu cuerpo lucha por ti, si te da señales de que algo va mal puede que hayas dejado el equipo un poco de lado y debas volver a remar junto a él. 

¡Gracias Laura! ¡Gracias vida!