VIVIR EL PRESENTE

 


Cuantas veces habré leído esta frase. Nada de preocuparse por el futuro, nada de darle vueltas al pasado. El pasado no lo podemos cambiar y en el futuro no sabremos qué pasará. Lo lees y reconoces que es cierto. Esos actos te hacen perder energía y no solucionas nada, realmente te tienes que ocupar del ahora. Pero de creer que es cierto a conseguir hacerlo hay un salto.  

Por mucho que lo intentas, hay veces en las que recuerdas aquello que pasó que te fastidió tanto. O tienes miedo de que harás si ocurre X desgracia en tu vida.  

Recuerdo que hubo una temporada en la que me daba miedo que hubiese inundaciones. ¿Qué podía hacer para proteger mi casa de una posible inundación? Se me ocurrían mil intervenciones que hacer, además de cambiar de casa, ninguna de las cuales daba solución al 100% al problema de la posible inundación. Hasta que un día me dije: “Bueno, no puedo evitar que haya una inundación algún día. Pero sí la hay, en ese momento, ¿qué podría hacer para minimizar los daños?”. Me hice una lista de cosas que podría intentar salvar que podrían ser de ayuda después de la supuesta catástrofe. La guardé en un lugar a mano, no sea que fuese a ocurrir el desastre y no la encontrase. Un par de veces los siguientes días le eché algún vistazo. Ahora no sé dónde está esa lista. La tendré que buscar para echarla a la caja de reciclar papel.  

Lo primero es darte cuenta de que durante toda la existencia han ocurrido desgracias, algunas tan gordas que no las podemos ni llegar a imaginar, y que las personas en ese momento salen a delante. No sabes que puede ocurrir, pero cuando nos ocurre algo, está en nuestras manos ponernos a ello y salir de lo que nos ha tocado. Y evidentemente, puede que lo pasemos mal. Pero si lo pasamos mal antes de que ocurra, lo pasamos mal 2 veces. 

Lo segundo, que me tranquilizó en esa situación, fue el pensar en las soluciones. En tener un plan, de un pensamiento lógico de que hacer en esa situación. Evidentemente, no vamos a ponernos a plantear situaciones de ese tipo para buscarles solución, sino estaríamos preocupándonos por todo lo que no ha ocurrido y puede que nunca ocurra. Pero, si hay algo que verdaderamente te preocupa, como en aquel caso a . El pensar en cómo actuar en vez de intentar que no ocurra, fue en mi caso, mucho más eficiente para tranquilizarme y olvidarme del “problema”. Simplemente, ahora tengo un plan, que depende de mil variables, pero al menos no trato de encargarme de lo imposible, que es que no haya inundación o de que si la hay no me afecte. 

Eso creo en mi un desapego al problema. Pero, aun así, soy una persona. Así que lo de no pensar en el futuro... Pero, una semilla, ya la había creado. Lo más importante, fue ser verdaderamente consciente de que lo que pase en el futuro no está en mis manos. 

Sí que lo está, sin embargo, el hacerme cargo ahora de mi misma, cuidarme, aprender, atender las cosas necesarias... Todas esas cosas incómodas que preferimos dejar a un lado para sentarnos en el sofá a ver cualquier cosa. Cuesta un poco de esfuerzo el tomar las riendas de lo que verdaderamente te compete, pero creo que peor es jugar a que te toque X enfermedad, que otro te tenga que decir que pastillas tomar y tener una mierda de vejez. Al menos, si te has esforzado esa X seguramente sea más ligera de lo que hubiese sido en otro caso. He puesto “verdaderamente” en negrita. Hay mil cosas por ahí, pero que verdaderamente estén en nuestras manos no son tantas. 

Ha sido un camino largo, pero que sorpresa cuando un día me doy cuenta de que el fin de semana voy a asistir a un evento al que tenía ganas, y no me preocupa. No estoy ansiosa por asistir, ni preocupándome por cómo gestionar lo que iba a tener que hacer. Y dentro de 15 días tengo una formación de la que tengo muchísimas ganas, pero ni siquiera pienso en ello. ¡Oye! ¡Parece que estoy viviendo el presente! Recapacito sobre los últimos tiempos y sí, eso que parecía una utopía ha llegado de alguna manera. 

Me doy cuenta de que no ha llegado sólo. Ha llegado junto con un desapego a las cosas materiales. Qué es genial, porque me hace sentir mucho más libre. Por ahora, que sepas que se puede vivir en el presente, sin agobiarse por el futuro. Disfrutando de lo que tienes que hacer cada día. Si hay algo que te inquieta mucho, analízalo y mira que parte de todo el asunto está en tus manos. Recuerda que hay personas que viven verdaderos dramas y son capaces de salir adelante, igual que tú lo has hecho cuando has tenido algún revés en la vida. Será más o menos difícil, pero pasará.  

No he hablado de no pensar en el pasado, ni del desapego a las cosas materiales. Esos serán otros capítulos. 

¡Y ojo! Esto no quiere decir dejar de hacer lo que corresponde para conseguir objetivos. 

#energia #conciencia #autoconocimiento #emeki #cambio #espiritualidad #gestionemocional #lnt® #lanuevaterapia® #despertar #salud